Nuestra Filosofia

Contar la historia de nuestra familia desde 1930, cuando nuestro bisabuelo Henri inició el negocio, seguido por su hija y luego por su nieto a finales de los años 80, ¿por qué no?
Pero preferimos contarles la historia de una niña llamada Bertille.

Durante toda su infancia, estuvo "siguiendo los pasos de sus padres", corriendo por los viñedos y escondiéndose en la bodega, detrás de las botellas de champagne… Si le preguntas a qué edad quería ser viticultora, no podrá responder porque es algo que se da por hecho desde que nació.

A lo largo de los años, Luc, su padre, ha despertado su olfato, ha iniciado su paladar y le ha transmitido su saber hacer y su pasión por la tierra. Juntos, elaboran los vinos de la casa con paciencia, precisión y amor.

Desde los 23 años, este patio se ha convertido en el dominio privado de Bertille. Su futuro está muy claro: tomar el relevo de la empresa familiar perpetuando las tradiciones con notas e ideas juveniles.

Trabajar en una viticultura integrada con un profundo respeto por el medio ambiente, utilizando muy pocos insumos, cuidando el suelo con un tractor y sin utilizar herbicidas son el leitmotiv de la casa. Por ello, la explotación cuenta con la certificación HVE desde 2014.